Día 56
Ayer hablaba de la pereza, pues si que se había apoderado de mí, que no fui capaz ni de dar al botón publicar, se quedó el post en borrador.
Estos días estaba contenta, ya podemos salir a andar y a correr, justo este mes hace un año que empecé mi nueva vida, y empezó saliendo a pasear todas las mañanas a buen ritmo.
Ayer es verdad que la pereza pudo conmigo pero por la tarde tenía el propósito de salir a correr. Antes de la hora bajé a la farmacia para comprar varias cosas para la alergia, ilusa de mi que pensaba que estaba a tiempo de evitarla.
Los 5 minutos que estuve esperando en la cola de la farmacia viví una lluvia de polen que frustró totalmente mi salida deportiva.
Llegué a casa de la farmacia, me metí en la ducha y estaba como si me hubieran metido una paliza.
Hoy parece que veo la luz, benditos antihistamínicos, y esas gotas para los ojos maravillosas que hacen que el día lo tomes de otra manera.
La primavera llegó, y llegó fuerte, debe ser que hemos dejado tranquila a la naturaleza más tiempo del que estaba acostumbrada.
Vamos a por el martes.
Todo va a salir bien.
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